-¡Que bueno que viniste!
No te hubieras molestado tanto…
¿Un regalo? ¿Qué es?
Ahh… un adjetivo… qué lindo –dice con una sonrisa
rígida-, es justo lo que necesitaba…
No, sí me gusta
No, no, en serio, está buenísimo.
No te pongas así de verdad me gusta.
No, no quería un par de medias este año, tía.
¿Estabas entre otro adjetivo y un adverbio? Mirá
vos.
¿iInexorable
o fatalmente? No lo hubiera imaginado
(¿nunca un incólume o un fantástico, no?).
Gracias, lo voy a poner en la pila con el resto de
los regalos, así la gente lo ve.