28/11/19

Romper el silencio


               Tuvo que explicar el chiste. ¿Tenía que hacerlo? Ahora ya estaba dando indicaciones de cómo interpretarlo, por qué la ironía debía funcionar allí donde había fallado. Pensó, mientras mostraba lo que consideraba obvio, que mejor hubiera sido no hacer ese comentario. Pero estaba hecho. Mejor hubiera sido un silencio incómodo también, algo incomprendido que debía soportar como tal hasta que la conversación retomara su curso y olvidara ese paso en falso. Pero la explicación ya estaba empezada y era ahora la conversación misma. Se disgustó con su auditorio por no entender, consigo mismo por insistir, por no aceptar una leve derrota. Se disgustó con el silencio por no asistirlo y por llegar recién ahora.