29/5/20

Vindicación de un microrrelato


Vindicación de un microrrelato


               Este año se cumple un lustro de una audacia de la historia de la literatura que ahora presentamos por primera vez en forma de libro. Se trata del cuento corto llamado “Reducción de microrrelato” y es una variación, parodia y homenaje al mismo tiempo, del apodado cuento más corto del mundo: “El dinosaurio”, de Augusto Monterroso, fechado en 1959. El cuento de Monterroso es así: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. El cuento que nos ocupa ahora, cuya autoría se oculta bajo un escueto pseudónimo –Camel-, es así: “Cuando desertó, todavía estaba allí”. Este último texto es lo que el lector encontrará en las páginas de este libro.
               El cuento de Monterroso ya ha sido ampliamente comentado. La variación de 2015 no fue todavía reconocida en sus alcances, por eso esta vindicación. Es fácil advertir la intertextualidad. El cuento es en apariencia similar a su modelo original y el título indica que se trata de una reducción, es decir, una variación condensada. Por supuesto, es evidente el juego que se establece con la incomprobable aseveración que indica que el cuento de Monterroso es el más corto del mundo: esta reducción constituye un cuento más corto. La referencia dialoga al interior de la esfera literaria, debilita la nimiedad del campeonato de la brevedad, abre el juego acerca del hecho narrativo por fuera de la endogamia incestuosa de la literatura entendida como un palacio de notables.
               “Reducción de microrrelato” abre posibilidades interpretativas en muchos niveles. El velo insondable del proceso creativo. La cuestión del género: El plagio, la imitación, la caricatura, la reinterpretación, la mera copia. La dimensión sintáctica es también un factor determinante. Por ejemplo, la eliminación morfológica de la “p” hace que el verbo ya no sea despertar, sino desertar, un hecho significativo, de horizontes más complejos. Y la eliminación del personaje del dinosaurio hace que aquello que todavía estaba allí sea incierto, quizás el mismo sujeto tácito seguía allí, quizás la situación seguía allí, quizás algo apenas insinuado seguí allí y por lo tanto estaba desde antes. Estas posibilidades que se despliegan quedan en manos del lector, quien recibe, sin solicitar, la plena responsabilidad de completar el sentido.
               Monterroso hablaba de la situación del despertar del sueño, en un claro marco de exploración individual. El enigmático Camel, desde su ostracismo, sugiere una hendidura en la cultura dominante, una inscripción política, un interrogante acerca de la resistencia, el problema insoluble acerca de la potencia o vacuidad de la deserción. Lo que en “El dinosaurio” es un cuestionamiento de los límites entre vigilia y sueño, en “Reducción de microrrelato” es una paradoja acerca de la identidad espacial y sacude los cimientos de toda certidumbre.
               Invitamos al lector a sumergirse en el relato que ya le contamos. Ese que a través de la forma aborda el árido problema del sentido. Porque es un cuento que es sobre todo una pregunta acerca del sentido. Y es también solo un chiste ñoño.
               Para completar esta edición, sumamos a la página que ocupa el cuento una traducción completa del estudio filológico hecho para la edición en lengua inglesa.


*Contratapa del libro Reducción de Microrrelato