28/2/15

El juicio

Le llamó la atención que el fiscal hablara y gesticulara enérgicamente, tal como él solía hacer en sus discursos. El miedo, sin embargo, le impedía escuchar más que palabras sueltas: guerra, matanzas, daños, farsa… El alegato parecía interminable, pero al final se hizo silencio, y el fiscal, pesado y terrible, tomó asiento.
Entonces el defensor, de apariencia pusilánime, se puso de pie para despilfarrar habilidades retóricas. Explicó con calma la grandeza conquistada por la nación, su riqueza, la prosperidad de sus habitantes,  el perfecto orden social alcanzado… El acusado miró a su alrededor y notó que solo él se convencían esos argumentos, y el miedo volvió a recorrer su cuerpo, obturándole las orejas.
Los dos jueces le preguntaron si quería decir algo. Le eran muy familiares, los conocía de antes, pero no se acordaba de dónde. Hizo memoria: nada. Le reiteraron la pregunta. Hubiera dado todo –fama, riqueza, poder– por saber si eran aliados o enemigos. Guardó silencio: su garganta era un nudo. Los jueces se retiraron a deliberar. Quedó a solas con un guardia. Cuando volvieron, los jueces eran viejos.
–Es un monstruo –sentenció él.
–Un monstruo horrible –confirmó ella.
Sintió náuseas y la sala se desvaneció en su cabeza. La mano fuerte del guardia le apretaba el brazo para sacarlo del recinto. Con asco sintió el sudor de su cuerpo, y con alivio la voz de la primera dama, que lo agarraba del brazo:
–Mi amor, ¿otra vez la pesadilla?
–Sí, otra vez... malditos padres.

25/2/15

Lobos marinos

 Cristales de sal microscópicos descansan sobre la arena de sol, mientras la playa absorbe por minúsculos agujeros el agua que dejan las olas cuando se marchan. El brillo de la espuma queda abandonado, junto a las algas que yacen ahogadas por el aire. Arriba las nubes esponjosas sobre el azul del cielo. Debajo de su sombrilla, el bañero se protege del viento con un cartón que sostiene con las piernas y mira a las pocas personas de la mañana. Una pareja obesa camina de la mano, se detienen, estiran una lona y se sientan cerca del mar. El hombre saca el diario y se pone a leerlo. Prende un cigarrillo. Para no interrumpir la lectura lo mantiene en la boca, debajo de su mostacho. Gotas de sudor se acumulan en su sien como una coca-cola condensada, para después ir cayendo por las mejillas curvas hasta alcanzar el diario y mojarlo. Ella mira el horizonte, con los ojos achinados. La maya enteriza cubre de negro su cuerpo pesado. Algunos pliegues de grasa se esconden debajo de la tela y transpiran a la sombra, mientras otros rollos fieles se pegan a esta como la piel de un lobo marino. 

20/2/15

Empalamiento

Encontré un artículo de Wikipedia muy interesante: "El empalamiento es un método de ejecución donde la víctima es atravesada por una estaca. La penetración puede realizarse por un costado, por el recto, la vagina o por la boca. La estaca se solía clavar en el suelo dejando a la víctima colgada para que muriera.
La única referencia que se tiene sobre su origen es del antiguo pueblo de Asiria. Más tarde lo utilizó como método de ejecución el rey persa Darío I entre los siglos VI y V a.C., cuando llegó a matar de esta manera a 3.000 habitantes de Babilonia.
Al ser una forma de ejecución y además de tortura pública, fue utilizado principalmente con líderes de pueblos enemigos o criminales odiados, como una forma de escarmiento.
El término empalamiento también se utiliza para describir heridas producidas accidentalmente en las que algún objeto atraviesa el cuerpo de una persona. Por ejemplo, cuando alguien es atravesado por una barra de metal. Quitar estos objetos es un verdadero desafío para los cirujanos.
Muchas de las víctimas de este tormento fueron mujeres, a menudo condenadas al empalamiento por delitos como el robo o la infidelidad marital.
Una variable de este método de ejecución era el empalamiento doble, que consistía en insertar primero una estaca por el ano de la víctima, atravesando la región abdominal hasta el nivel del estómago, y luego empalar a la condenada por la vagina, levantando el cuerpo para que su propio peso hiciera que las estacas atravesaran la persona en medio de atroces dolores.
Otra variante de esta tortura consistía en calentar al rojo vivo las estacas y utilizar clavos antes de proceder con la ejecución, garantizando así el máximo sufrimiento físico posible a las víctimas".

14/2/15

Los fascistas según Betty Brown

–Los fascistas son gente inferior que se lo creen cuando alguien les dice que son superiores.
–Bueno, bueno...
–Y luego quieren que todos los demás se mueran –dijo ella.


Kurt Vonnegut (2014). Payasadas, o ¡nunca más solos! Buenos Aires: La Bestia Equilátera.