28/9/14

Naaa

Maldito partido de River, no llego, pensó el autor.

Deposición

Porque estaban borrachos, drogados, de joda, apareció el Pelado y dijo que la zona estaba dispuesta, que le habían pasado el dato, que era la oportunidad, que estaba todo bien.
Porque él mucho no quería ir, le dijeron no seas gato, no pasa nada, ¿o vas a seguir con la gilada?
Porque los fierros los vio en el auto, dieron vueltas despacio por el barrio de los ricos, como un tiburón en un acuario, un grupo de pumas hambrientos, de jaguares heridos, de humanos jóvenes saturados de adrenalina, encerrados en una jaula con ruedas esperando el momento, empañando los vidrios de la madrugada de invierno, sin hablar.
Porque el Pelado le dijo al Uri seguilo a ese, tranqui, dale, era un Bora gris polarizado que dobló a la izquierda, a la derecha y a la izquierda, buena señal, y empezó a frenar a unos metros efectivamente, se subió a la vereda y el Pelado ordenó metele.
Porque el muchacho se bajó a abrir el portón, el Uri le cruzó el auto justo al lado y le saltaron él y Cuco, lo rodearon y se metieron los tres al jardín, mientras el Pelado metía el Bora y el Uri esperaba afuera.
Porque Cuco dijo yo me encargo de este, busquen a los demás y llenen los bolsos, el Pelado dio el ok y se pusieron a hacer, hasta que sonó la detonación, un escándalo en la paz de la noche.
Porque salió de la habitación de la madre al pasillo y se topó con el Cuco nervioso, lo tuve que matar explicó, el Pelado ordenó rajemos, cargaron las cosas que habían separado, picaron con los dos autos hasta el arroyo, pasaron todo al Gol y prendieron fuego el Bora, mientras Cuco se lamentaba lo tuve que matar.
Porque el Pelado los apuntó, los amenazó, les dijo desaparezcan y en unos meses repartimos las ganancias, y se fue con el Gol y las cosas.
Porque nadie se quejó, lo vieron irse, caminaron por el barro del descampado en dirección al barrio, se les cruzó un perro que empezó a ladrar, Cucó le metió un tiro en la frente, Uri le gritó qué hacés y  Cuco lo calló, o te mato a vos.
Porque se miraron fiero pero amanecía, él les indicó que tiraran el revólver y la pistola al arroyo, lo hicieron y corrieron por los pasillos hasta guardarse en sus casas.
Porque al día siguiente estaba en la tele y en la radio, todo el mundo hablaba de eso, en el barrio todos hablaban de ellos.
Porque lo buscó a Cuco y estaba drogado, llorando lo tuve que matar.
Porque el Uri no estaba, nadie sabía a dónde había ido.
Porque su novia le dijo andá a la Fiscalía y contá todo, no fue tu culpa mi amor.
Por eso contó todo, así como te dije, dándosela de arrepentido.
Por eso está acá, para largo.
Por eso el Pelado lo anda buscando.

Críticas nuevas para películas viejas: The shinning (1980) – dir: Stannley Kubrick

Traducida al español como El resplandor, The shinning es una película que relata el drama familiar de la familia Torrance. Jack Torrance un trabajador de clase media, ex profesor, se ve en el aprieto de tener que tomar el trabajo como cuidador del hotel Overlook, ubicado en el medio de las montañas de colorado y al que no hay acceso posible durante todo el invierno por las fuertes nevadas. Jack moviliza a su familia hacia allí por necesidad laboral y por un viejo anhelo de trabajar en una novela, ignorando la advertencia acerca de lo sucedido con el anterior cuidador y su familia (asesina a su familia y se suicida).
La familia está compuesta por Jack Torrance (Jack Nicholson), un hombre pelado de mal carácter; Wendy (Shelley Duvall), una mujer bastante corta; Danny (Danny Lloyd), un chico con cara de croqueta que lo único que hace es mostrarse asustado y temblar (también tiene poderes, pero sirven de poco en la historia); y, por último, Tony, el amigo imaginario de Danny, encarnado en su dedo índice (el dedo de Danny Lloyd).
La familia llega el día del cierre al público. Una vez instalados allí arranca el invierno. El administrador les muestra ese inmenso hotel y les revela que fue construido sobre un antiguo cementerio indio. Mientras era construido los obreros se tuvieron que defender de los terribles ataques de estos.
Un personaje secundario fundamental, Dick Hallorann, el jefe de cocina (Scatman Crothers), les enseña las enormes cocinas a Wendy y a Danny. Adentro de una de las despensas, Halloran, sin dejar de hablar con la Wendy acerca de los víveres disponibles, invita telepáticamente a Danny a tomar un helado. Una vez a solas, Dick, ahora con una expresión llamativamente más seria, le explica que él y su abuela compartían esta habilidad telepática, que él llama «el resplandor». Luego Danny le pregunta si hay algo a que temer en el hotel, sobre la habitación 237. Según Hallorann, el propio hotel «resplandece»: guarda entre sus muros una gran cantidad de historias y no todas son buenas. Después le ordena que se mantenga alejado de esa habitación.
Pasa el tiempo y Jack se encuentra bloqueado para escribir. Madre e hijo disfrutan de la nieve y recorren el inmenso laberinto de arbustos. Por su parte, Danny tiene unas horribles visiones de las niñas asesinadas por el anterior cuidador, olas se sangre saliendo de un ascensor, etc. Jack, frustrado por la imposibilidad de escribir, comienza a comportarse de forma extraña y cada vez más agresiva. La curiosidad, o una cierta posesión cuyo origen aparente son las fuerzas malvadas del hotel, lleva a Danny a meterse en la habitación prohibida. Después aparece con heridas en el cuello. Wendy se altera y culpa a Jack. Este, harto de su mujer, se va a tomar un whisky con el camarero fantasma, al que llama Lloyd (como si lo conociera de antes).
Más tarde, Wendy habla con su hijo. Danny dice que la responsable es la señora de la habitación 237. Jack entra en la habitación y se encuentra con una hermosa mujer bañándose. Comienza a besarla y se convierte en una horrible vieja podrida. Después le dice a su mujer que no ha visto nada allí. Vuelven a discutir. Jack se va al bar a seguir tomando con Lloyd. Esta vez el lugar está atestado de fantasmas en una fiesta de disfraces. Ahí es cuando conoce al fantasma del antiguo cuidador, Grady,  que le dice que tiene que tiene que tener más corta a su mujer y su hijo, que tiene que ser más mano dura de lo que venía siendo. Dice específicamente que los tiene que “corregir”.
Wendy descubre que todo el trabajo de Jack en su novela es una repetición al infinito  (hojas y más hojas) de la misma frase: "All work and no play makes Jack a dull boy" ("Mucho trabajo y nada de juego hacen de Jack un tipo aburrido"). Ella se enfrenta a Jack. Él la amenaza ella se defiende y lo golpea con un bate. Él cae por una escalera y queda inconsciente. Wendy lleva el cuerpo hasta la cocina para encerrarlo en la despensa. Esta es una solución momentánea, pero con esto no resuelve el problema: ella y Dannny están atrapados, Jack saboteó la radio del hotel y el trineo a motor. Después, Jack habla a través de la puerta de la despensa con Grady, que desbloquea la puerta, liberándolo.
Danny escribe "яedяum" con labial en la puerta del baño, mientras repite la palabra hasta el hartazgo con la voz de Tony (el amigo imaginario). Cuando Wendy se despierta ve a través del espejo, la palabra “murder” (asesinato). Jack comienza a golpear la puerta del cuarto con un hacha, y Wendy, cada vez más asustada, coge el cuchillo de cocina y se encierra con Danny en el baño. Esa es la famosa escena de la película en la que Jack dice “¡Here is Johnny!”, después su mujer le clava un cuchillo. Danny escapa por la ventana. El ruido del motor del trineo de Halloran  hace que Jack vaya a buscarlo. Le termina clavando el hacha en el pecho al pobre negro. Después va a buscar a su hijo al laberinto. El astuto del cara de croqueta engaña a su padre, se escapa, y Jack queda encerrado en el laberinto y muere congelado por la nieve y el frío. Madre e hijo huyen del hotel en el vehículo de Halloran.
En la escena del final, la cámara se acerca lentamente a una foto en blanco y negro mientras suena jazz de los años veinte. En el centro de la misma se puede ver a un sonriente y jóven Jack Torrance. Al pie de la foto dice que se trata de la fiesta del 4 de julio celebrada en el Hotel Overlook en el año1921.
Con respecto al argumento, la película da la impresión de no cerrar por ningún lado. Es maravillosa. Por momentos, es difícil de clasificarla en un género determinado: no sabemos si se trata de un drama familiar, un drama psicológico, una película de terror, una drama de terror familiar o todo junto a la vez.