28/1/16

Fragmento de tiempo

“No sé en donde radica la cuestión de la felicidad. Creo que tiene que ver con la miopía cerebral”. Quique se quedó duró, mirándolo a su abuelo. El viejo seguía hablando con la mirada perdida, los ojos blancos por las cataratas. Mientras tanto tomaba té de una taza imaginaria y la apoyaba en el platito. Sobre su mano izquierda descansaba la porcelana y con la otra sujetaba el asa.
“El ser es en el propio movimiento del ser. En esa continuidad dinámica de transformaciones en las que el ser es y deja de ser parcialmente para acabar en otro. Es un continuum de seres y nadas… Esa es la única forma del ser”. El chico agarraba los autitos y un camión y simulaba un accidente. El camión hizo que el auto volara por los aires, girando como una pelota de rugby rumbo al in-goal. Después, el segundo auto chocó al camión y dio trompos hasta volcar. “Ser en el deceso”, dijo el viejo e hizo una pausa. “La división y transformación constante de las partículas que se atan y desatan. Nada hay como la nada”. Después apoyó la taza en la mesa de luz y gesticulaba. Quique las miraba como si fueran dos pájaros peleándose o apareándose, aunque no entendía ni sabía que era el apareo. “La semilla se abre y nace el movimiento. La irrupción. La continuidad. ¿Comprenden hacia donde estoy yendo? ¿Alguna pregunta? ¿No? Bueno, mejor así entonces. ¿Quién dijo la frase Nadie es libre de ser y no ser? lo vimos hace poco... Es el mismo que sostiene: Es imposible pensar sin creer que somos empujados por una corriente. Un viento, un aliento inicial que con sus bacterias puso en movimiento al mundo. ¿Nadie? Es importante que entiendan que somos hijos de esas bacterias. Sí, es cierto, también de la fortuna y del azar”.  El viejo le dio varios sorbos a su té. Mientras Quique jugaba con una pelota y la hacía rebotar contra el piso, hasta que se le fue debajo de la cama. Sonó el timbre de la puerta de entrada del departamento.“La naturaleza... la naturaleza es una repetición constante, inexplicable, de lo mismo. Una regularidad. ¿La cultura? También, pero más breve. Una especie de sub-naturaleza breve…".  Se escuchaba las voces de dos hombres hablando con la abuela en el palier. “Todo sigue, se arrastra o acelera y muere para morir, y renacer en algo insólito, previsible, predecible, tal vez. La infelicidad está en la abstracción, en la melancolía del ser animal. Del animal sin lengua”. Quique tenía medio cuerpo debajo de la cama, tratando de alcanzar la pelota. Mientras su abuelo lloriqueaba con un puño a medio cerrar sobre la cara, ansioso, desesperado.

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