26/9/17

La tierra lisa, limpia de caballos (ejercicio en endecasílabos)

La tierra lisa, limpia de caballos
La tierra seca, estéril del encanto
Las nubes que componen en silencio
Heridas vivas, el rugido blanco

Las crines de caballos transparentes
Flotando sobre el lecho los suspiros
Nostalgia de galopes en el eco
De un autor, de un andante y sus velantes

Tal vez muerta, tal vez niña en mis brazos
Tal vez vieja, tal vez muda, en reposo
Un mar de arena azul sobre los párpados
Cúmulos de una tarde arrebolada

La piedra que flota en laguna oscura
Tallo, pétalos y espinas en el pecho
Conjuro de una tierra que se agrieta
El sueño de una casa que se inunda

El agua cae por los escalones,
Sillones que naufragan en la sala,
Madera que se apaga silenciosa,
Ceniza tibia, impávida mañana

El viento árido sin incertidumbre
La tierra roja, cumbre del hechizo
La muerte llana, escombro de la noche
Brújulas que se pierden en el tiempo

La tierra pulcra, limpia de caballos.
El oro, carne nuestra de horas rotas.
Arena suave lisa sin el tiempo
Cristal marino, aguja sin memoria

Que zurce con desvelo esmerilado
Que surca con alambres el olvido
Que junta las dos partes del destrozo
Las fracturas de un cuerpo disipado.

La tierra lisa, limpia de caballos
La tierra llana, piel entumecida
El llano oscuro, sueño, madrugada
La llama breve que hoy se ha apagado


2 comentarios:

Camel dijo...

Buen ejercicio. Largo para tus parámetros, estás dejando entrar la voluntad al recinto. En una primera lectura, me gustó mucho la estrofa de la sala inundada. Veremos con más detenimiento el resto, no tengo el ojo acostumbrado a estas exigencias. Excelente noticia esta publicación, creo que por este camino se conquista lo inútil, creo que no hace falta decirte que es un elogio. Esto sí que le tiene que dar fuerzas a Pablo. ¡Salud!

F.G. dijo...

Gracias, Marce. La verdad que es medio un rompedero de coco lograr coordinar sonido y sentido. Cuando lo laburaba por momentos me emocionaba y por momentos me sentía el indio solari tirando un poco de fruta. Hay un par de versos que tienen mal los acentos, pero como primero intento estoy bastante satisfecho.
El ejericio consistía en tomar un endecasílabo de otro autor y usarlo al ppio, en el medio y al final. Tomé uno de García Lorca: La tierra lisa, limpia de caballos.

Estoy haciendo de todo para motivarlo a Pablo Pol, aunque no da el brazo a torcer. Vamos a tener que disfrazar nuestra literatura de expedientes y al blog de cajonera para que caiga en la trampa.